La fórmula más buscada en nuestros tiempos no es el Secreto de la Coca-Cola, sino el Secreto para tener tiempo.
No disponer de tiempo genera ansiedad y estrés, y eso repercute en nuestra salud: Corriendo para llegar a todo, viendo que no llegamos, sintiendo que lo que realmente nos gustaría hacer no lo podemos hacer y creyendo que no podemos parar.
Como detalla el informe de “Mayo Foundation for Medical Education and Research“, el estrés afecta no solo al cuerpo, sino a la forma de pensar, a los sentimientos y al comportamiento. Cuando el cuerpo se estresa, los músculos se tensan. El estrés provoca que los músculos estén en estado de guardia, lo que dispara reacciones relacionadas con el estrés, como migrañas, dolor muscular, dolor en las extremidades.. Y no solo eso, sino que puede generar irritabilidad, malestar, obesidad, problemas cardíacos…
No es algo que debamos tomar a la ligera. Pero debemos intentar mantener a raya el estrés.
Y es que las obligaciones actuales personales y profesionales hacen que estemos más ocupados de lo que querríamos. Y el concepto de “Sociedad de alta velocidad” no ayuda.
En cambio, es necesario tener tiempo libre. Para poder reflexionar, para cultivar el intelecto, para dedicarnos a nuestras aficiones, para desconectar, para leer un libro, para crear experiencias, tal vez también para aprender algo, para un café y una charla, para mimarnos y sentirnos bien.
Aquello de “salud, dinero y amor” ya no es suficiente. Ahora queremos tener tiempo.
Pero… ¿puedo tener tiempo para mí?
Aunque parezca difícil, incluso para las personas más ocupadas, SÍ, es posible.
Pero requiere una reflexión previa:
Si pretendemos llegar a todas las actividades, obligaciones y deseos HOY, no vamos a poder.
Con una dosis de realismo, una pizca de organización, y la ilusión por lo que realmente nos importa, podemos conseguir tener tiempo.
Hacer esa difícil tarea que sabes que tienes que hacer
Brian Tracy en su famoso libro ¡Tráguese ese sapo! recomienda que hagas la tarea que te da pereza, y que la hagas ya. Este será el consejo más duro que leerás en este post. Si eres capaz de abordar la tarea que ocupaba tu mente pero no abordabas, tendrás buena parte del camino recorrido.
Descartar
Dedicar cada día a hacer tareas sin más, nos hará estar muy ocupados (y no tener tiempo).
Pero podemos mejorar esa dinámica dedicando todos los días unos minutos a pensar qué tareas vamos a realizar de entre todas esas tareas que nos rondan por la mente y que seguro que no podremos abordar hoy.
Seleccionar las tareas que haremos en el día implica descartar tareas a las que NO nos vamos a dedicar hoy, y no tener remordimientos por ello.
Conseguir concentración
Si quieres tener tiempo para atender una tarea, consíguelo. En ese momento, no revises los e-mails que te llegan solo porque alguien decidió enviar un mail, no leas los mensajes que alguien decidió enviar, evita participar en conversaciones o llamadas, guarda el móvil en un cajón.
Si de verdad quieres atender una tarea, concéntrate y atiéndela.
Obligarse a finalizar en una hora tope para tener tiempo
¿Te ha ocurrido que cuando tienes una fecha límite para una tarea consigues tenerla a tiempo? Aplícalo como truco de productividad.
Fijando un tiempo límite, conseguiremos enfocar nuestra mente en esa única tarea que en ese momento es nuestra única prioridad.
Sumergirse en la magia del orden
¿Necesitamos todo lo que tenemos? La mayoría de la gente sólo utiliza una parte de toda la ropa que tiene, zapatos, complementos, utensilios de cocina, libros, papeles…
¿Te gustaría reducir el desorden? El desorden produce carga mental, y ocupa tiempo para encontrar.
Simplifica tu espacio para agilizar tu ritmo.
¿Querrías tener más tiempo? Comparte tus inquietudes en los comentarios
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